Es tradicional que en el Día de los Difuntos, las familias acudan al cementerio a ofrecer flores a sus muertos y a limpiar las lápidas de las tumbas. Sin embargo, la crisis ha dificultado este año las operaciones. Los vendedores de flores, que tradicionalmente hacían su agosto en estas fechas han calculado una reducción de ventas de al menos el 20%, a lo que añaden que cada año es más usual que las familias se vayan a la Ferial en lugar de acudir a rendir homenaje a los difuntos.
Este año, ante las apreturas económicas de algunas familias, han surgido los "revendedores de flores". Estos personajes deambulan por el camposanto, controlando las tumbas que han sido ya visitadas. Cuando se aseguran de que la familia ha abandonado el cementerio, se apoderan de las flores y pasan a venderlas a bajo precio, eligiendo para ello a los que entran sin el florido complemento al recinto.
Alertada a primera hora de hoy la policía municipal por los vendedores oficiales de la puerta, una patrulla tuvo que personarse hacia medio día, procediendo a la detención de dos ciudadanos rumanos y una pareja de españoles que se estaban dedicando a tan macabra actividad. Éstos, interrogados en comisaría, acusaron a su vez a los vendedores de competencia desleal y de llegar a acuerdos colusivos que dañan al consumidor. Ante esta declaración, la autoridad ha respondido con el aislamiento de ambos delincuentes, para que aprendan a hablar de forma comprensible.
Los expertos consultados esperan que esta actividad vaya decreciendo a lo largo de la semana y el Ayuntamiento ha prometido un dispositivo especial para el próximo año.
Foto: Ideal.es
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