Terremoto en la UAL al presentarse un nuevo candidato

Estudiantes abandonando los edificios al notarse el temblor.

Cuando todo parecía decidido de antemano, cuando nadie apostaba porque surgiera un candidato alternativo en la UAL, ha aparecido esta mañana un espontáneo que ha hecho que los cimientos del Campus se estremezcan.

Blas Torrecillas ha levantado la mano y ha dicho que a él también le gustaría ser rector de la Universidad de Almería. Esta afirmación ha cogido a casi todo el mundo con el pie cambiado y hoy ya era posible ver gente mirando hacia todas partes antes de entrar en la cafetería del edificio central. Algunos estudiantes llaman a este comportamiento el "efecto niña del exorcista". Los más viejos del lugar pensaban que ya se lo perdían en la actual campaña. No ha sido así.

Otro de los fenómenos típicos de las elecciones universitarias es el "bienqueda", que es el típico que se dice votante de los unos y de los otros y que se dedica a coleccionar papeletas de voto en su cajón. Se cuenta que cierto profesor, jubilado recientemente, guardaba en el cajón de su mesa un taco de papeletas de voto de todas las candidaturas desde los tiempos de la Universidad de Granada, y que algunas eran distintas versiones de una misma candidatura (por aquello de los arreglos departamentales).

Así las cosas, y dado que en el sector del profesorado (salvo sorpresas) está todo el pescado vendido, no sería de extrañar que la batalla se intensifique en el frente del alumnado, que no suele participar demasiado en este tipo de comicios. Muchos recuerdan de la vez anterior el improvisado movimiento DPM (De Puta Madre o De Pedro Molina, según terciase), y dado que siempre estas cosas suponen un precedente justificador, en esta ocasión ya se cruzan apuestas por cuánto tiempo tardará en surgir la plataforma DBTJ (De Blas Torrecillas Jover o Deberías Bebértelo Todo, Joder).

En cualquier caso, la emoción está servida y los paseos al atardecer hacia los aparcamientos del Campus están más que asegurados.