jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuadrillas de buscadores de liberados en las calles de Almería

Desde que la presidenta del gobierno madrileño, Esperanza Aguirre, abriera la veda (secundada por la mitad de la prensa española), la seguridad personal y moral de los delegados sindicales (liberados o no) ha disminuido bastante.

En lo que se podría plantear como una vendetta por los videos de UGT, Las mentiras de la crisis, en los que el PP no aparece bien parado, la líder del PP madrileño ha arremetido así contra los sindicatos, generando con su acción un tsunami social que esta mañana ha llegado hasta Almería.

En torno a las 11:30 a.m. de hoy, grupos de personas –en su mayor parte, paradas– armadas con bates de beisvol y palustres de albañil se han dedicado a entrar en todas las cafeterías para preguntar a los clientes si eran liberados o no. Afortunadamente, la mayor parte de los interpelados ha respondido que no, pero una sindicalista de UGT que salía del Coimbra, ha reconocido su condición, lo que ha provocado el intento de agresión de los cuadrilleros.

Afortunadamente, la mujer había sido campeona de 1.500 metros en su juventud, lo que le permitió correr hasta ponerse a salvo en la delegación del gobierno, donde tuvo que ser atendida de un ataque de ansiedad, por el cual podría estar de baja entre una semana y dos meses.

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